Esta ayuda humanitaria se enmarca en una política exterior más amplia y crítica hacia Israel. En mayo de 2024, el país rompió relaciones diplomáticas, una de las decisiones más drásticas tomadas en la región. Más recientemente, el gobierno del presidente Gustavo Petro oficializó un decreto que prohíbe totalmente las exportaciones de carbón a Israel. La prohibición, descrita como una "victoria moral" para el gobierno, estará vigente hasta que Israel cumpla con las órdenes de medidas provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia. El Gobierno colombiano ha condenado públicamente el uso del hambre como arma de guerra y el desplazamiento forzado, exigiendo el respeto al derecho internacional humanitario y posicionándose como una de las voces más críticas de América Latina frente al conflicto.