", sumándose a expresiones similares en ciudades como Sídney, París y Nueva York.

Los organizadores enfatizan que su apoyo al pueblo palestino defiende principios universales y "no es una postura en contra de ninguna comunidad". En un hito de la protesta ciudadana, más de 100.000 personas se manifestaron en Madrid, logrando paralizar la Vuelta ciclista de España en un acto que fue descrito como una victoria simbólica donde "la Vuelta a España la ganó Palestina". Esta acción demuestra el poder de la organización popular frente a lo que los activistas perciben como la "incompetencia" y la "doble moral" de los organismos internacionales y los gobiernos occidentales. Se critica que entidades como la FIFA y la UEFA sancionaron a Rusia casi de inmediato tras el conflicto con Ucrania, mientras que han permanecido pasivas ante los más de 77 años de ocupación y casi dos años de ofensiva intensificada en Gaza. Estas protestas son una respuesta directa a la inacción política, con el objetivo de ejercer presión desde las bases para forzar un cambio en la postura internacional.