El conflicto ha debilitado significativamente estos pactos diplomáticos, evidenciando que la paz regional es insostenible sin una solución a la cuestión palestina.

Firmados el 15 de septiembre de 2020 con mediación de Estados Unidos, los acuerdos entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Baréin fueron considerados un hito histórico en la diplomacia de Oriente Medio.

Sin embargo, cinco años después, el contexto es radicalmente diferente.

La prolongada y devastadora ofensiva israelí en Gaza, junto con la continua expansión de los asentamientos en Cisjordania, ha puesto a los países árabes signatarios en una posición incómoda. El informe de la comisión de la ONU que acusa a Israel de genocidio ha alimentado una ola de condena internacional que ha alcanzado incluso a algunos de estos nuevos socios árabes. La percepción de que la normalización no ha servido para moderar las acciones de Israel ni para avanzar en la causa palestina ha erosionado el capital político de los acuerdos, demostrando que las alianzas económicas y de seguridad no pueden sustituir una resolución política del conflicto histórico.