Testigos describen un “bombardeo intenso e implacable” que ha dejado la ciudad “en llamas”, en palabras del ministro de Defensa israelí, Israel Katz. La ofensiva ha incluido la destrucción de infraestructura clave, como la Torre Al Kawthar, la Torre al Mohna y un inmueble de la Universidad Islámica de Gaza, que Katz celebró en redes sociales como la eliminación de “fuentes de incitación y terrorismo”. Las autoridades palestinas reportan un aumento constante en el número de muertos y heridos, con al menos 74 personas fallecidas en un solo día de ataques. La Defensa Civil de Gaza informó que más de 50.000 palestinos quedaron sin hogar en una semana y al menos 130 edificios residenciales han sido destruidos. Esta escalada se produce a pesar de las advertencias de potencias europeas sobre la catástrofe humanitaria y coincide con la visita del secretario de Estado de EE.
UU., quien ofreció un firme respaldo a la operación.