Una anciana con discapacidad relató la dificultad extrema para moverse y el costo prohibitivo del transporte y de una tienda de campaña, que asciende a miles de séqueles, una suma inalcanzable para quienes han agotado sus ahorros. La orden coincide con la expansión de las operaciones militares israelíes, que incluyen la destrucción de edificios altos donde se refugiaban miles de familias. Para Amnistía Internacional, estas acciones son una muestra de que Israel "está imponiendo deliberadamente unas condiciones de vida encaminadas a provocar la destrucción física de una población ya devastada". La organización acusa a los Estados que suministran armas a Israel de arriesgarse a ser "cómplices de genocidio".