Los artículos enmarcan este pacto como una consecuencia directa del reciente conflicto militar con Israel.

Dicha confrontación, aunque breve, parece haber creado un nuevo cálculo estratégico para Teherán, posiblemente empujándolo a hacer concesiones en el ámbito nuclear para reducir la presión en otros frentes y evitar una escalada mayor que podría tener consecuencias devastadoras. Aunque el acuerdo representa un avance importante para la diplomacia y la no proliferación, las cinco claves mencionadas en uno de los titulares sugieren que la crisis subyacente no está completamente resuelta. Sin embargo, el restablecimiento de la cooperación con el organismo de control de la ONU es un pilar fundamental para cualquier esfuerzo futuro de revivir un acuerdo nuclear más amplio y reducir el riesgo de una carrera armamentista en Oriente Medio.