Israel enfatizó su papel independiente, y la oficina de Netanyahu declaró: "Israel la inició, Israel la llevó a cabo e Israel asume toda la responsabilidad".

El ataque, según se informa, involucró 15 aviones de combate.

Hamás reconoció la muerte de cinco de sus miembros, pero negó que figuras clave de la negociación estuvieran entre las víctimas. Una fuente de alto rango de Hamás declaró a Al Jazeera que los dirigentes fueron atacados "mientras discutían la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump para un alto el fuego en Gaza". Catar condenó inmediatamente el ataque como una "agresión criminal" y una "violación flagrante de las leyes internacionales". El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores catarí, Majed Al Ansari, lo calificó de ataque "cobarde" y advirtió que Doha "no tolerará este comportamiento imprudente e irresponsable de Israel".