Este paso diplomático contrasta brutalmente con la realidad sobre el terreno. Según el Ministerio de Salud de Gaza, la ofensiva israelí continúa cobrando un alto precio en vidas humanas, con al menos 73 palestinos asesinados en un solo día, el 2 de septiembre. La campaña militar israelí avanza con una renovada ofensiva contra la Ciudad de Gaza, y las muertes por hambre comienzan a aumentar, agravando la ya desesperada situación humanitaria. La decisión de Bélgica, por tanto, puede interpretarse como un intento de utilizar una herramienta diplomática para presionar por una solución política y un cese de las hostilidades, aunque su impacto práctico a corto plazo sea limitado.