Durante este tiempo, la población palestina sería desplazada del territorio devastado.

El plan, que según el diario fue diseñado por israelíes que han colaborado con Estados Unidos, tiene como objetivo final la reconstrucción de la Franja para convertirla en un polo de desarrollo con ciudades impulsadas por inteligencia artificial, islas artificiales y proyectos turísticos a gran escala. Una de las propuestas más controvertidas es la entrega a los palestinos de un “token digital” a cambio de sus tierras, un mecanismo que ha sido interpretado por los críticos como una forma de formalizar una limpieza étnica.

El proyecto sugiere que el presidente Trump ha estado considerando estas ideas desde febrero. Aunque no hay confirmación oficial de la Casa Blanca sobre la veracidad o el estado de este plan, su sola filtración ha generado alarma, ya que sus características se alinean con las acusaciones de que el objetivo final de la ofensiva es el desplazamiento permanente de la población gazatí para dar paso a nuevos proyectos de desarrollo controlados por intereses extranjeros e israelíes.