Un informe revela la existencia de una "economía del genocidio" en la que numerosas empresas internacionales de diversos sectores se estarían lucrando directamente de la ofensiva militar israelí en Gaza. El estudio detalla cómo la guerra ha impulsado el mercado de valores de Tel Aviv y ha generado contratos millonarios para corporaciones de tecnología, armamento y finanzas. Un análisis detallado expone cómo la ofensiva en Gaza ha generado un próspero negocio para un abanico de al menos 48 empresas de armamento, tecnología, construcción y finanzas. Según un estudio del portal Misión Verdad, el índice principal de la Bolsa de Tel Aviv escaló un 213 % entre octubre de 2023 y julio de 2025, acumulando 225 mil millones de dólares en capitalización adicional. Este crecimiento bursátil coincide con la intensificación de las operaciones militares. El informe ‘De la economía de la ocupación a la economía del genocidio’, de la relatora especial de la ONU Francesca Albanese, documenta la participación de gigantes corporativos.
Empresas como Lockheed Martin y Elbit Systems proveen armas de última generación.
En el sector tecnológico, Microsoft, Google y Amazon tienen contratos millonarios para proporcionar infraestructura tecnológica al ejército israelí, mientras que IBM entrena a su personal de inteligencia y Palantir suministra plataformas de inteligencia artificial.
Otras compañías como Volvo, Hyundai y Caterpillar son acusadas de suministrar maquinaria pesada utilizada para destruir viviendas, hospitales e infraestructura civil.
El sector financiero también juega un papel clave; bancos como BNP Paribas y Barclays han suscrito bonos del Tesoro israelí para reforzar la confianza del mercado.
Albanese define este entramado como “un ecosistema que sostiene esta ilegalidad” y concluye de manera tajante: “El genocidio en Gaza no ha cesado porque es lucrativo.
Es rentable para demasiadas personas”.
En resumenLa ofensiva en Gaza ha generado un lucrativo ecosistema económico, beneficiando a empresas de armas, tecnología y finanzas, y disparando la bolsa de Tel Aviv. Informes de la ONU, como el de la relatora Francesca Albanese, denuncian que corporaciones como Microsoft, Amazon y Caterpillar participan en esta "economía del genocidio", utilizando los territorios ocupados como un laboratorio para perfeccionar tecnologías de control y armamento.