La ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza se intensifica, resultando en un creciente número de víctimas civiles y una grave crisis humanitaria. Los informes de agencias internacionales y autoridades locales denuncian la destrucción de infraestructura crítica y un alarmante impacto en la niñez. La situación humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado un punto crítico, con cifras que reflejan una catástrofe de gran escala. Según el Ministerio de Salud local, el número de palestinos asesinados desde el inicio de las hostilidades supera los 63.633. La ofensiva se ha adentrado en zonas densamente pobladas como el barrio de Sheikh Radwan en Ciudad de Gaza, donde residentes denunciaron que el ejército lanzó granadas sobre tres escuelas que servían como refugio, incendiando tiendas de campaña de desplazados. Un comité de Naciones Unidas informó que al menos 21.000 niños en Gaza han quedado con discapacidades permanentes desde octubre de 2023, y más de 40.500 menores han sufrido heridas de guerra.
La crisis se agrava con el colapso del sistema sanitario; de los 36 hospitales en la Franja, solo 18 funcionan parcialmente y ninguno a plena capacidad, mientras se reportan muertes por desnutrición. El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, describió la situación de manera contundente al advertir que Gaza se está convirtiendo en el “cementerio del derecho internacional humanitario”. La devastación es generalizada, con el 70 % de las viviendas destruidas y el 81 % de las tierras agrícolas arrasadas, obligando al 80 % de la población a desplazarse en condiciones de extrema precariedad.
En resumenLa situación en Gaza se caracteriza por una escalada militar con consecuencias devastadoras para la población civil, incluyendo un alto número de muertos y heridos, miles de niños con discapacidades permanentes y el colapso del sistema de salud, lo que ha generado condenas internacionales y advertencias sobre violaciones al derecho internacional humanitario.