La crisis se agrava con el colapso del sistema sanitario; de los 36 hospitales en la Franja, solo 18 funcionan parcialmente y ninguno a plena capacidad, mientras se reportan muertes por desnutrición. El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, describió la situación de manera contundente al advertir que Gaza se está convirtiendo en el “cementerio del derecho internacional humanitario”. La devastación es generalizada, con el 70 % de las viviendas destruidas y el 81 % de las tierras agrícolas arrasadas, obligando al 80 % de la población a desplazarse en condiciones de extrema precariedad.