El proyecto propone una transformación radical del enclave palestino, con medidas que han sido calificadas como una posible limpieza étnica.

Según la información filtrada, el plan contempla poner a Gaza bajo administración estadounidense durante un período de diez años. Durante este tiempo, se procedería a desplazar a su población para convertir el territorio, actualmente devastado por la guerra, en un próspero centro turístico y tecnológico.

Una de las características más singulares y polémicas del proyecto es la propuesta de entregar a los palestinos un "token digital" a cambio de sus tierras, un concepto que introduce la tecnología blockchain en la gestión de propiedades en una zona de posguerra.

Este plan, que según el diario estadounidense fue diseñado por israelíes que han colaborado con Estados Unidos, parece ser una idea que el presidente Trump ha estado considerando desde febrero. Las revelaciones han generado una fuerte controversia, ya que el desplazamiento forzoso de una población es contrario al derecho internacional. Críticos del plan argumentan que sus características se asemejan a una limpieza étnica, al buscar remover a la población autóctona para dar paso a un proyecto de desarrollo económico y turístico. La propuesta de transformar Gaza en un polo de atracción con islas artificiales y la promesa de "ganancias colosales" contrasta dramáticamente con la realidad actual de destrucción y crisis humanitaria en la Franja. La administración Trump no ha confirmado oficialmente la existencia de este plan, pero la filtración ha añadido una nueva capa de complejidad y alarma al debate sobre el futuro de Gaza y el papel de Estados Unidos en la región.