Colombia y Turquía han impuesto sanciones económicas significativas, mientras que Bélgica ha condicionado el reconocimiento del Estado palestino, reflejando un creciente descontento internacional.

El gobierno de Colombia oficializó la prohibición total de las exportaciones de carbón a Israel a través del Decreto 0949 del 28 de agosto de 2025. La ministra de Comercio, Diana Marcela Morales, justificó la medida afirmando que "Colombia no permitirá que sus recursos naturales alimenten una máquina de guerra". El decreto vincula la restricción a la alarmante cifra de víctimas palestinas y establece que se mantendrá hasta que Israel cumpla con las órdenes de la Corte Internacional de Justicia.

Por su parte, Turquía ha adoptado una postura aún más dura, rompiendo lazos diplomáticos y comerciales.

El gobierno de Ankara anunció el cierre de sus puertos y espacio aéreo a Israel, y su parlamento ha llegado a pedir la suspensión de Israel de las Naciones Unidas por "genocidio" en Gaza. En una línea diferente, Bélgica anunció que se sumará al reconocimiento del Estado de Palestina, pero lo sujetó a dos condiciones clave: la liberación de todos los rehenes en poder de Hamás y la salida del grupo islamista del poder en Gaza. Estas acciones diplomáticas se suman al debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde una iniciativa que pedía un alto el fuego y la entrada de ayuda humanitaria fue saboteada por Estados Unidos, según uno de los artículos. Este conjunto de medidas, que van desde sanciones económicas hasta condicionamientos políticos, evidencia un esfuerzo coordinado de varias naciones para presionar a Israel a cambiar su estrategia en el conflicto.