Una coalición internacional de activistas ha lanzado la Flotilla Global Sumud, la mayor iniciativa civil hasta la fecha para romper el cerco marítimo israelí y entregar ayuda humanitaria a la población de Gaza. La flotilla, que zarpó desde Barcelona, cuenta con la participación de figuras de alto perfil como la activista climática Greta Thunberg y el actor Liam Cunningham. La misión, compuesta por 37 barcos y unas 400 personas de 44 países, transporta alimentos y medicinas con el objetivo de aliviar la grave crisis humanitaria en el enclave palestino, donde la población sufre de hambruna debido a casi dos años de agresiones militares. Antes de partir, Thunberg declaró a los medios: "Cuando nuestros gobiernos no toman medidas, la gente ocupará su lugar".
La iniciativa es vista por sus organizadores como un "gesto de humanidad" para expresar empatía con Gaza y repudiar las acciones del gobierno israelí.
Sin embargo, la respuesta de Israel ha sido contundente.
Fuentes cercanas al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, revelaron planes para proponer al primer ministro Netanyahu que la flotilla sea declarada una organización terrorista.
Según estos planes, los activistas serían detenidos en condiciones de "nivel terrorista" y sus embarcaciones confiscadas.
Personas del entorno del ministro afirmaron: "Después de varias semanas en Ktzi’ot y Damon, lamentarán la hora en que llegaron aquí.
Debemos quitarles el deseo de intentarlo de nuevo". Esta no es la primera vez que se intenta romper el bloqueo; iniciativas anteriores de organizaciones como Open Arms y la Flotilla de la Libertad fueron interceptadas por la marina israelí. Pese a los riesgos y a un contratiempo inicial por mal tiempo que obligó a un regreso temporal a puerto, la flotilla planea continuar su travesía, esperando unirse a más barcos desde Túnez y otros puertos mediterráneos.
En resumenLa Flotilla Global Sumud representa el esfuerzo civil más ambicioso para desafiar el bloqueo de Gaza, atrayendo atención internacional con participantes como Greta Thunberg. La dura respuesta que prepara el gobierno israelí, incluyendo la posible designación como grupo terrorista, anticipa una confrontación en alta mar y subraya la creciente tensión entre la sociedad civil global y las políticas de Israel hacia los palestinos.