Esta dura postura anticipa una confrontación de alto perfil en alta mar.

La flotilla, que partió desde Barcelona, está encabezada por figuras internacionales como Thunberg, el actor de 'Juego de Tronos' Liam Cunningham y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.

Su objetivo es entregar ayuda humanitaria y desafiar el bloqueo naval que Israel impone sobre Gaza.

En respuesta, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, ha propuesto al primer ministro Benjamin Netanyahu que los activistas sean detenidos y trasladados a los centros de Ktzi’ot y Damon, donde enfrentarían condiciones de “nivel terrorista”. Fuentes cercanas al ministro, citadas por el diario Israel Hayom, afirmaron: “Después de varias semanas en Ktzi’ot y Damon, lamentarán la hora en que llegaron aquí. Debemos quitarles el deseo de intentarlo de nuevo”. El plan también contempla la confiscación de las embarcaciones. Thunberg ha rechazado las acusaciones de antisemitismo, declarando que “no es antisemita decir que no deberíamos bombardear a la gente”. La iniciativa, que espera la unión de decenas de barcos más desde Túnez y otros puertos, se perfila como un desafío directo a la política de bloqueo israelí, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel advierten que están “preparadas para una amplia gama de escenarios”.