En este contexto de maniobras diplomáticas, la condena internacional hacia Israel se intensifica. Un ejemplo es la polémica visita del expresidente colombiano Iván Duque a Israel, donde se reunió con Benjamín Netanyahu.

El encuentro fue calificado por el precandidato presidencial Camilo Romero como “una afrenta contra Colombia y la humanidad”, especialmente por ocurrir mientras se reportaban bombardeos sobre hospitales en Gaza.

Este episodio ilustra cómo el conflicto polariza a la comunidad internacional y genera fuertes críticas incluso entre antiguos aliados.