En un solo período de 24 horas, se reportaron 64 palestinos muertos y 278 heridos. La crisis se agrava por el estado de los hospitales; Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), describe una realidad donde “lo más común también te mata”. La falta de insulina, la escasez de combustible para los generadores y la falta de personal especializado han llevado a situaciones extremas, como mantener hasta seis bebés en una misma incubadora.
El Hospital Nasser, por ejemplo, ha sido atacado en múltiples ocasiones.
Además, la búsqueda de alimentos se ha convertido en una actividad mortal. Se ha informado de que 19 personas fueron asesinadas en un día mientras esperaban la distribución de ayuda, y los puntos de reparto son descritos como “trampas mortales” donde las tropas israelíes tendrían “luz verde para disparar”.