La diplomacia en torno al conflicto de Gaza ha mostrado una clara división, con Estados Unidos saboteando un llamado de otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego. Simultáneamente, la administración Trump se prepara para liderar una reunión de alto nivel sobre el futuro del enclave, evidenciando su rol central y controvertido en la crisis. Según uno de los artículos, Estados Unidos frustró una iniciativa del resto de los miembros del Consejo de Seguridad que pedía un cese de hostilidades y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
Se destaca que la propuesta utilizaba un tono "inusualmente duro contra Israel".
Esta acción subraya el continuo respaldo diplomático de Washington a Israel en el máximo órgano de seguridad internacional, impidiendo un consenso para una acción colectiva. Al mismo tiempo, se anunció que el presidente Donald Trump encabezará una "gran reunión" sobre el futuro de Gaza, según el enviado especial Steve Witkoff. La yuxtaposición de estas dos acciones sugiere una estrategia estadounidense de gestionar el conflicto bajo sus propios términos y al margen de un marco multilateral más amplio, consolidando su influencia mientras bloquea resoluciones que no se alinean con sus intereses o los de su aliado.
En resumenSegún los informes, Estados Unidos bloqueó un llamado del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego en Gaza, demostrando su continua protección diplomática a Israel. Al mismo tiempo, el presidente Trump tiene previsto dirigir una reunión de alto nivel sobre el futuro de Gaza, lo que indica un enfoque liderado por Estados Unidos para gestionar el conflicto al margen del consenso de la ONU.