Esta grave acusación se suma a la condena internacional por el ataque al Hospital Nasser, un hecho que Reporteros Sin Fronteras ha solicitado que sea investigado por la Corte Penal Internacional. La presidencia palestina también ha pedido la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU. A pesar de la creciente condena, el primer ministro Netanyahu ha defendido las acciones de su país, rechazando las acusaciones de genocidio en una entrevista y afirmando: “Si hubiéramos querido cometer un genocidio, lo habríamos hecho en una tarde.

Tenemos la capacidad, pero no lo hacemos”.