El gobierno egipcio calificó los planes de desplazamiento como "reprobables" y aseguró haber contactado a varios países que, según informes, habrían sido abordados por Israel para acoger a refugiados palestinos.

Según Egipto, todas estas naciones rechazan dicha posibilidad.

La cuestión del desplazamiento ha sido una preocupación constante para los vecinos de Israel, especialmente Egipto y Jordania, que temen una repetición de la Nakba de 1948. La idea ha ganado tracción en ciertos círculos del gobierno israelí y ha sido sugerida por funcionarios de la administración de Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025. La oposición de Egipto es crucial, ya que comparte la única frontera terrestre con Gaza que no está controlada por Israel. El rechazo categórico de El Cairo a participar en o facilitar cualquier plan de reubicación masiva de palestinos representa un obstáculo significativo para las facciones israelíes que abogan por esta opción como una "solución" al conflicto, y refuerza la postura árabe de que los palestinos deben permanecer en sus tierras.