Estos preparativos incluyen el despliegue de cinco divisiones del ejército y la continuación de ataques nocturnos sobre la ciudad y sus alrededores. De manera concurrente, el ejército israelí ha exigido a hospitales y organizaciones humanitarias que se preparen para evacuar Ciudad de Gaza y trasladarse al sur, una medida que típicamente precede a una incursión terrestre masiva. Esta postura militar agresiva se desarrolla en paralelo a los esfuerzos diplomáticos por un alto el fuego, creando una situación de alta tensión e incertidumbre sobre el futuro inmediato del conflicto y de la población civil atrapada en la zona.
