Las Naciones Unidas, a través de su organismo de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), declararon oficialmente la hambruna en la gobernación de Gaza. Esta es la primera vez que se declara una hambruna en Oriente Medio, marcando un hito desolador en la crisis humanitaria del enclave palestino. La declaración del 22 de agosto confirmó que más de medio millón de personas en la Franja de Gaza enfrentan "condiciones catastróficas", el nivel más alto de inseguridad alimentaria, caracterizado por "inanición, miseria y muerte". El análisis de la IPC, que se basa en criterios estrictos como que al menos el 20 % de los hogares enfrente una escasez extrema de alimentos y que al menos el 30 % de los niños menores de cinco años sufra desnutrición aguda, proyecta que la hambruna se extenderá en las próximas semanas a las gobernaciones de Deir Al Balah y Khan Younis.
La situación es particularmente grave para los niños.
Según Unicef, hay "niños con cuerpos frágiles, tan débiles como para comer o llorar; bebés muriendo de hambre y enfermedades que pueden prevenirse".
El informe del IPC advierte que el número de niños en riesgo de morir por malnutrición se ha triplicado, alcanzando los 43.400. La Organización Mundial de la Salud informó que, de las 74 muertes conocidas por malnutrición en 2025, 63 ocurrieron en julio, y 24 de ellas fueron de niños menores de cinco años. Esta catástrofe humanitaria se produce en el contexto de un conflicto que, según el Ministerio de Salud de Gaza, ha causado la muerte de 62.000 palestinos desde el 7 de octubre de 2023.
En resumenLa declaración formal de hambruna en Gaza por parte de la ONU confirma la catástrofe humanitaria advertida por meses, evidenciando un nivel extremo de sufrimiento, especialmente entre los niños. La proyección de su expansión subraya la urgencia de un cese al fuego inmediato y el acceso humanitario sin restricciones para prevenir una mortandad aún mayor.