La postura de Egipto califica estos planes como "reprobables" y se presenta como una barrera diplomática clave contra cualquier intento de reubicar a la población de Gaza en otros territorios. La controversia surge a raíz de sugerencias sobre este tipo de planes que, según los artículos, han sido mencionadas tanto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como por funcionarios del gobierno israelí de Benjamin Netanyahu desde enero de 2025. La intervención de Egipto es significativa debido a su frontera compartida con Gaza y su rol histórico como mediador en el conflicto.
Al asegurar que los países contactados por Israel rechazan la idea, El Cairo busca consolidar un frente internacional en contra de lo que considera una violación del derecho internacional y una amenaza a la estabilidad regional. Esta acción diplomática se suma a las tensiones existentes, como las acusaciones del presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, sobre la "intromisión" de Israel en el sur de su país.