Según afirman las ONG citadas en el artículo, la crisis del agua en el enclave es "tan grave como la amenaza de que se esté propagando el hambre". El proyecto subraya la extrema precariedad de las condiciones de vida en Gaza, donde el acceso a recursos básicos como el agua potable se ha vuelto crítico. Aunque es una medida de alivio puntual, la construcción del acueducto es un raro ejemplo de pragmatismo y cooperación multilateral enfocado en las necesidades civiles en medio de un conflicto devastador.