El ministro de Defensa confirmó el resultado, afirmando que "ningún grupo criminal intimidará a las autoridades".
Tras la captura, la gobernadora Matiz agradeció a la fuerza pública y reafirmó su postura: "Seguiremos firmes, trabajando en el territorio... El Tolima se respeta, se defiende y se gobierna con la gente y para la gente". La amenaza generó un rechazo unánime por parte de la Oficina de Alcaldes del Tolima y los Gremios Económicos, quienes emitieron comunicados de respaldo a la mandataria y exigieron a las autoridades reforzar su seguridad. Como consecuencia, se implementaron nuevas medidas en la Gobernación, incluyendo sistemas de reconocimiento facial. En medio de la crisis, Matiz denunció la falta de apoyo de la Unidad Nacional de Protección (UNP), señalando que cuenta con un solo escolta y que el costo de una camioneta blindada debe ser asumido por el gobierno departamental, lo que calificó como "inaceptable".








