El foco principal del descontento es el SETP, calificado como un “elefante burocrático” que ha gastado más de 3 mil millones de pesos en contratos sin mostrar avances tangibles. Los transportadores denuncian que no han recibido los pagos acordados por las busetas que fueron retiradas de circulación hace más de dos años, lo que ha llevado a muchos propietarios a convertirse en conductores asalariados. Maicol Cepeda, representante de la Ola Naranja, afirmó que “el SETP es un cúmulo de acuerdos incumplidos”. La desconfianza se agravó por el no cumplimiento de los pactos del paro de 2023. Durante la manifestación, el gremio exigió un diálogo directo con la alcaldesa en el Palacio Municipal, rechazando la invitación a reunirse en el Centro Administrativo Municipal (CAM) de La Pola. A pesar de la tensión, la alcaldesa Johana Aranda reiteró su disposición al diálogo. Tras varios días, se logró una reunión que resultó en un borrador de acuerdo, en el cual la administración se comprometió a definir una ruta de pago a los propietarios en un plazo de tres meses. Sin embargo, un sector de los manifestantes mantuvo la protesta, exigiendo la firma oficial del acuerdo antes de levantarla por completo.