El Concejo Municipal de Ibagué aprobó un cupo de endeudamiento por $40 mil millones, destinado a financiar la pavimentación de la Avenida Ambalá y la reposición de redes de acueducto y alcantarillado, una decisión que ha generado tanto respaldo por su impacto en la infraestructura como críticas por la capacidad de ejecución de la administración. El proyecto de acuerdo fue aprobado con 15 votos a favor y cuatro en contra, asegurando los recursos para una de las obras más esperadas por los habitantes de la Comuna 7 y el sector de El Salado. La alcaldesa Johana Aranda defendió la necesidad del crédito para acelerar el inicio de las obras, proyectadas a dieciocho meses, y resaltó que es una inversión conjunta con la Gobernación del Tolima. El concejal Javier Mora respaldó la iniciativa, argumentando que es una herramienta financiera esencial para el desarrollo y que, “como en toda casa, uno a veces para poder conseguir las cosas que necesita, tiene que acudir al crédito”.
Sin embargo, la aprobación no estuvo exenta de polémica. La concejal Sandra Varón, del Partido Conservador, votó en contra, advirtiendo que la administración municipal ya tiene más de $161 mil millones sin ejecutar de empréstitos anteriores. “Esto nos dice que la administración municipal no ha ejecutado o está en los bancos más de $161 mil millones acumulados que no hay planeación, no hay ejecución”, resaltó Varón. Tras la aprobación, el secretario de Hacienda, Ángel María Gómez, explicó que el siguiente paso es convocar a las entidades bancarias para que presenten sus ofertas, con el objetivo de adjudicar el crédito e iniciar los procesos de contratación antes de la entrada en vigencia de la Ley de Garantías.
En resumenLa aprobación del empréstito garantiza la financiación para una obra vial estratégica en Ibagué, pero al mismo tiempo abre un debate sobre la gestión financiera y la capacidad de ejecución de la Alcaldía, ante las advertencias de la oposición sobre millonarios recursos de créditos previos aún sin utilizar.