Desde hace nueve años, su sede principal permanece en ruinas a pesar de contar con más de 12.500 millones de pesos asignados en el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE). La obra nunca comenzó, las licencias de construcción vencieron y los recursos continúan inmovilizados, generando una profunda frustración en la comunidad educativa. Gloria Ramírez, madre de familia, expresó la situación: “Mientras los recursos duermen en el FFIE, nuestros hijos estudian hacinados y sin laboratorios adecuados”.

Esta parálisis obliga a los estudiantes a desplazarse a sedes lejanas o improvisadas, enfrentando riesgos y costos adicionales.

La situación del Flórez Hernández contrasta fuertemente con el anuncio de la culminación de otros proyectos que también fueron considerados “elefantes blancos”. Este doble escenario evidencia una gestión desigual y fallas sistémicas en la ejecución de proyectos, donde el éxito en algunos frentes no logra ocultar la negligencia en otros. La comunidad educativa ha solicitado la intervención directa del Ministerio de Educación para que se garantice la ejecución inmediata de los recursos y se ponga fin a casi una década de promesas incumplidas.