Este no es un caso aislado, ya que otras obras como el colegio de la Arboleda del Campestre también siguen inconclusas. En contraste, un informe señala que una inversión nacional superior a los 32.400 millones de pesos ha permitido finalizar varias obras inconclusas en la ciudad, entregando colegios modernos que benefician a más de 7.000 estudiantes. Esta noticia, aunque escueta en detalles, ofrece un contrapunto a la narrativa de los “elefantes blancos”, sugiriendo que se están tomando medidas para corregir el rumbo. La coexistencia de proyectos abandonados con obras recién terminadas evidencia una aproximación fragmentada al problema, donde la solución a la crisis de infraestructura escolar en Ibagué aún no es integral y depende de intervenciones puntuales.