
El Parque Acuático de Ibagué avanza a su fase final tras años de retrasos y sobrecostos
Después de un largo historial de controversias y demoras, el Parque Acuático del Parque Deportivo de Ibagué se encuentra en su recta final, con la exitosa activación de su generador de olas. Este avance representa un hito clave para un proyecto que ha sido tanto una fuente de expectativa como de frustración para los ibaguereños. La culminación de esta obra es significativa no solo por su potencial recreativo, sino también por su problemático historial, que incluye múltiples retrasos y un sobrecosto que, según uno de los artículos, ascendió a 5.000 millones de pesos sobre el presupuesto original. La puesta en marcha del generador de olas, el principal desafío técnico del proyecto, simboliza la superación de obstáculos y acerca la promesa de una “playa artificial” en la ciudad. El secretario de Infraestructura, Marco Matheus Saavedra, destacó que se está trabajando para entregar un complejo “completamente renovado, seguro y pensado para el disfrute de todas las familias ibaguereñas”, siguiendo la directriz de la alcaldesa Johana Aranda. En esta fase final, los esfuerzos se han concentrado en detalles que garantizan la seguridad y comodidad de los futuros visitantes, como la instalación de rejillas de protección en la piscina familiar, la construcción de muros para equipos de emergencia, la instalación de nuevas bancas y sillas asoleadoras, y el enchape de los módulos de servicio. Aunque el ambiente actual es de optimismo, el proyecto sigue siendo un recordatorio de las deficiencias en la planeación y ejecución de obras públicas, un aspecto que probablemente será objeto de análisis por parte de los organismos de control. La inminente apertura del parque busca cerrar un capítulo de espera y transformar un símbolo de ineficiencia en un motivo de orgullo local y un atractivo turístico.


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