El artículo señala que, al momento de su publicación, aún no se había podido obtener el nombre del pescador de Ibagué. Tras el accidente, se activó un operativo de búsqueda para localizar los cuerpos, y se notificó a las autoridades y grupos de socorro río abajo para que se sumaran a las labores. Este trágico evento enluta a la comunidad de Ambalema y a una familia en Ibagué, y pone de manifiesto los peligros inherentes a la pesca artesanal, una de las principales actividades de sustento en las riberas del Magdalena.