Los vecinos, enfurecidos por la presunta agresión, procedieron a golpear al sospechoso con puños y patadas.

Un video grabado por una residente capturó el momento en que la madre del menor agredido increpaba al hombre, advirtiéndole que “no se quedará quieta” debido a la gravedad de las lesiones de su hijo. La llegada de la Policía Metropolitana fue recibida con hostilidad por parte de la turba, lo que obligó a los uniformados a usar la fuerza para rescatar al presunto agresor y trasladarlo a una estación. El incidente pone de manifiesto las complejidades de la seguridad ciudadana y el riesgo inherente a las reacciones violentas de la comunidad.