La violencia en Cúcuta ha alcanzado un punto crítico en 2025, al registrarse 365 asesinatos en lo corrido del año, igualando la cifra total de todo 2024. Esta alarmante escalada, que representa un aumento del 37% en comparación con el mismo periodo del año anterior, es atribuida por las autoridades a la llegada de nuevos actores criminales y a un sistema judicial colapsado que opera con una tasa de impunidad cercana al 97%. El comandante de la Policía Metropolitana, coronel Libardo Ojeda, admitió la gravedad de la situación y planteó como posible causa “la llegada de otros actores criminales, especialmente del Catatumbo”. Sin embargo, el problema de fondo parece ser estructural.
Un análisis de la Fundación Progresar, presentado en el II Foro sobre Violencia Urbana, reveló que la impunidad en la ciudad alcanza el 97%, lo que significa que solo tres de cada cien delitos avanzan en las investigaciones. Wilfredo Cañizares, presidente de la fundación, fue contundente: “Así, a cualquiera le sale barato cometer un crimen en la ciudad”.
Esta crisis se ve agravada por la saturación del sistema judicial.
Según Asonal Judicial, jueces y fiscales enfrentan una congestión de más de 3.500 casos activos por funcionario, sumado a la escasez de defensores públicos. La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) enfrenta obstáculos adicionales como la multiplicidad de grupos criminales, la falta de colaboración ciudadana por miedo a represalias y la facilidad con que los delincuentes huyen a Venezuela, donde no existe cooperación judicial efectiva. Como respuesta, la Policía anunció el refuerzo de la Sijín con 30 nuevos agentes y de la inteligencia con 20 más, además de la implementación de ‘caravanas por la vida’.
En resumenEl récord de homicidios en Cúcuta en 2025 evidencia una profunda crisis de seguridad, alimentada por la presencia de nuevos grupos criminales y un sistema de justicia prácticamente inoperante con una impunidad casi total. A pesar de los refuerzos policiales, la solución a la violencia requiere una intervención estructural urgente en el aparato judicial.