La crisis no solo es financiera, sino también asistencial.

Usuarios de la Nueva EPS denuncian la falta de entrega de medicamentos, viéndose obligados a comprarlos con sus propios recursos, y la asignación de citas con especialistas para 2026. La Defensora del Pueblo, Iris Marín, advirtió que esta situación constituye una violación al derecho fundamental a la salud.

El gerente del hospital, Hernando Mora, describió el momento como el más duro de su carrera, con una ocupación en urgencias que supera el 300% de su capacidad. Los sindicatos y el personal médico, como el cirujano pediatra Santiago Rodríguez, aseguran que el hospital está “en cuidados intensivos” por la falta de insumos. La protesta es un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la interventora de la Nueva EPS para que se giren los recursos necesarios y se garantice el funcionamiento del hospital, que atiende a la población de Norte de Santander, Arauca y migrantes.