La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario Erasmo Meoz, pero falleció a causa de la grave herida. Tras el crimen, una operación conjunta de la Policía Judicial y el Ejército Nacional condujo a la captura del presunto autor mientras huía en dirección a Puerto Santander. El sospechoso fue presentado ante un juez, quien le impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en un centro penitenciario. La Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego. Este caso pone de relieve las graves consecuencias de la violencia doméstica y se suma a las crecientes preocupaciones por la seguridad en la ciudad, que ha experimentado un aumento del 12,5 % en los homicidios en 2025 en comparación con el año anterior.