Los líderes de las 23 comunidades presentes, provenientes de municipios como Tibú, El Tarra y Convención, han sido claros en su postura: no dialogarán con intermediarios y permanecerán en la ciudad hasta ser escuchados directamente por el presidente y sus ministros. Sus peticiones, además de la delimitación territorial, abarcan el acceso a agua potable, saneamiento básico, salud, educación y la implementación de planes de vida acordes con su cultura. La llegada masiva a la capital de Norte de Santander evidencia la profundización de la crisis humanitaria en el Catatumbo y el desespero de la comunidad ante lo que consideran un abandono estatal. En respuesta, las autoridades locales, incluyendo la Alcaldía de Cúcuta y la Gobernación de Norte de Santander, han activado un Puesto de Mando Unificado (PMU) para brindar acompañamiento, seguridad y ayudas humanitarias, como agua y baños portátiles.

El gobernador William Villamizar se reunió con los voceros y se comprometió a gestionar el diálogo en Bogotá, pero la comunidad insiste en que solo un compromiso directo del más alto nivel del Gobierno Nacional podrá poner fin a la manifestación.