Una residente del conjunto residencial Ventus expresó: “Corrimos por las escaleras hasta el estacionamiento, donde las motos estaban tumbadas y había grietas en los baldosines.

¡Qué miedo!”.

La situación llevó a que las autoridades de socorro en la región andina colombiana iniciaran protocolos de atención, aunque afortunadamente no fue necesario atender emergencias mayores. La recurrencia de los movimientos telúricos en la región fronteriza mantiene a las autoridades en alerta y ha motivado recomendaciones a la ciudadanía para mantener la calma y tener preparados kits de emergencia.