Una serie de sismos con epicentro en Venezuela generaron pánico y movilizaron a los organismos de socorro en Cúcuta y su área metropolitana, donde los temblores se sintieron con gran intensidad. Aunque no se reportaron daños estructurales significativos, los eventos subrayaron la vulnerabilidad de la ciudad fronteriza ante la actividad sísmica de la región. Durante la última semana de septiembre se registraron al menos dos sismos principales, con magnitudes reportadas por el Servicio Geológico Colombiano de 6.1 y 5.3, y epicentros en localidades venezolanas como Mene Grande, en el estado de Zulia. La cercanía geográfica provocó que la onda expansiva se percibiera con fuerza en la capital nortesantandereana, desatando la alarma ciudadana.
Se reportaron evacuaciones preventivas en edificios residenciales, oficinas, universidades y locales comerciales.
Testimonios de residentes, especialmente de pisos altos, describieron momentos de angustia al sentir cómo “el piso se te mueve y luego empiezan a columpiarse las lámparas”. En respuesta, la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres, activó los protocolos de emergencia y realizó un barrido por la ciudad junto a los organismos de socorro. Fabián Prato, secretario del despacho, confirmó que tras la verificación no se encontraron afectaciones estructurales y recordó a la ciudadanía mantener la calma y utilizar las líneas de emergencia 119 y 313 321 8204 para cualquier eventualidad.
En resumenLos recientes sismos sirvieron como un recordatorio de la exposición de Cúcuta a la actividad sísmica regional, poniendo a prueba los protocolos de respuesta de las autoridades y la preparación de la comunidad ante emergencias.