Este caso se suma a otros episodios de violencia en entornos escolares reportados en la ciudad y su área metropolitana durante el año. Leonardo Sánchez, presidente de la Asociación de Institutores de Norte de Santander (Asinort), advirtió que estos eventos son un reflejo de la crisis de inseguridad general. “Lo que sucede en la calle termina en la escuela.

Los casos son más comunes de lo que se cree, pero muchos maestros callan por miedo”, aseguró.

En respuesta, la Secretaría de Educación, bajo la dirección de César Ricardo Rojas, convocó a una reunión extraordinaria del Consejo Directivo y activó las rutas de acompañamiento psicosocial y jurídico para los funcionarios afectados.

La Alcaldía expresó su rechazo a estos actos, calificándolos como una grave vulneración que atenta contra el respeto que debe primar en el entorno escolar y recordó que la violencia contra servidores públicos constituye un delito.