Este caso se suma a otros episodios de violencia reportados en la ciudad y su área metropolitana, lo que refleja una crisis más amplia. Leonardo Sánchez, presidente de Asinort, advirtió que estas agresiones son un reflejo de la inseguridad general de la ciudad: “Lo que sucede en la calle termina en la escuela. Los casos son más comunes de lo que se cree, pero muchos maestros callan por miedo”.

En respuesta, la Alcaldía y la Secretaría de Educación expresaron su rechazo a estos actos, calificándolos como una grave vulneración a la integridad del personal educativo. La administración municipal anunció la activación inmediata de las rutas institucionales de atención, garantizando acompañamiento psicosocial y jurídico a los funcionarios afectados.

Se convocó a una reunión extraordinaria del Consejo Directivo para analizar la situación y definir medidas que garanticen la seguridad en el entorno escolar. Las autoridades hicieron un llamado urgente a la comunidad a privilegiar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos, recordando que las agresiones contra servidores públicos pueden acarrear consecuencias penales.