Un grave incidente de amenaza contra una coordinadora académica en el Colegio Luis Carlos Galán Sarmiento ha encendido las alarmas sobre la violencia en los entornos escolares de Cúcuta. El hecho provocó la movilización de docentes y una respuesta inmediata de las autoridades educativas municipales para proteger la integridad del personal educativo. El suceso, en el que una acudiente amenazó verbalmente y presuntamente con un arma de fuego a la coordinadora tras una riña estudiantil, generó un rechazo unánime y derivó en un plantón de docentes exigiendo garantías de seguridad. Este caso no es aislado; se suma a otros episodios de violencia reportados en la ciudad, lo que evidencia una problemática creciente. Leonardo Sánchez, presidente de Asinort, advirtió que estas agresiones reflejan una crisis más amplia, asegurando que “lo que sucede en la calle termina en la escuela”. En respuesta, la Alcaldía de Cúcuta, bajo el liderazgo del alcalde Jorge Acevedo, y la Secretaría de Educación Municipal, dirigida por César Ricardo Rojas Ramírez, condenaron los hechos y actuaron de inmediato.
Se convocó una reunión extraordinaria del Consejo Directivo y se activaron las rutas institucionales de atención, garantizando “acompañamiento psicosocial y jurídico a los funcionarios afectados”.
Las autoridades hicieron un llamado a la comunidad a “privilegiar siempre el diálogo, la resolución pacífica de los conflictos y el uso adecuado de los canales institucionales”, enfatizando que la agresión no es un camino legítimo. La situación ha puesto de manifiesto la urgencia de fortalecer las estrategias de convivencia y seguridad en las instituciones educativas para que sigan siendo territorios de paz.
En resumenUna amenaza contra una docente en un colegio de Cúcuta ha puesto de relieve el creciente problema de la violencia en los entornos educativos. El incidente generó una respuesta unificada del sindicato de maestros y las autoridades municipales, quienes han activado protocolos de apoyo y han hecho un llamado a proteger a los educadores, reconociendo que la violencia escolar es un reflejo de desafíos de seguridad más amplios en la sociedad.