Un fuerte sismo, con epicentro en Venezuela, se sintió con gran intensidad en Cúcuta y la zona de frontera el 24 de septiembre, generando alarma y la evacuación preventiva de edificios. Las autoridades municipales confirmaron la ausencia de daños estructurales tras una revisión exhaustiva de la ciudad. El movimiento telúrico, reportado con una magnitud superior a 6.0, ocurrió en la tarde del miércoles y su intensidad fue tal que provocó la evacuación inmediata de locales comerciales, edificios residenciales y universidades en Cúcuta como medida de precaución. La reacción ciudadana, aunque marcada por el susto, demostró una creciente cultura de la prevención. Ante la emergencia, la administración municipal activó sus protocolos de respuesta. La Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres, encabezada por Fabián Prato, coordinó un “barrido en diferentes sectores de la ciudad con el acompañamiento de los organismos de socorro”. Esta verificación rápida y sistemática fue clave para determinar el estado de la infraestructura urbana y tranquilizar a la población.
Tras la inspección, se determinó que no se registraron afectaciones estructurales en el municipio.
Prato hizo un llamado a la ciudadanía a “mantener la calma y atender únicamente la información oficial emitida por las autoridades competentes”, recordando las líneas de emergencia disponibles. Este evento subraya la vulnerabilidad de Cúcuta a la actividad sísmica por su proximidad a fallas geológicas activas y la frontera, pero también resalta la capacidad de respuesta institucional para gestionar este tipo de crisis y comunicar eficazmente la situación, evitando la desinformación y el pánico.
En resumenCúcuta experimentó un significativo evento sísmico originado en Venezuela, que provocó alarma y evacuaciones preventivas. El sistema municipal de emergencias se activó con prontitud y, tras inspecciones exhaustivas, las autoridades confirmaron la ausencia de daños estructurales, destacando la eficacia de los protocolos de gestión de riesgos de la ciudad.