Una alarmante serie de ataques incendiarios contra vehículos comerciales ha sembrado la zozobra en Cúcuta y su área metropolitana, evidenciando el poder de los grupos armados que operan en la región. Estos actos violentos, atribuidos principalmente al no pago de extorsiones, han afectado gravemente la seguridad y la economía local, generando temor entre los transportadores y provocando desabastecimiento de algunos productos. La situación escaló de manera crítica con la quema de al menos cinco camiones de carga en menos de una semana, incluyendo vehículos distribuidores de bebidas gaseosas de empresas como Postobón y Bavaria, así como volquetas. Los ataques se han registrado en puntos estratégicos para la movilidad de la región, como la vía a Chinácota, San Cayetano, el Anillo Vial Oriental y los municipios de Zulia y Sardinata. Según los testimonios de los conductores, los responsables son hombres armados que interceptan los vehículos y les prenden fuego, una táctica de terror para presionar el pago de cuotas extorsivas. Las autoridades han señalado a disidencias de las Farc y al ELN como los principales autores de estos hechos. La violencia ha llegado a tal punto que ha generado un desabastecimiento parcial de bebidas en la zona, ya que las empresas y transportadores temen por la seguridad de sus empleados y la integridad de sus flotas.
Ante esta grave situación de orden público, las autoridades han respondido con operativos.
En una acción conjunta entre el Gaula Militar y la Policía en San Cayetano, fue abatido alias ‘Negro’ y capturado alias ‘El Gordo’, presuntos integrantes del Frente Urbano Reinaldo Ardila Gómez del ELN, quienes estarían directamente involucrados en la incineración de vehículos en Cúcuta.
Durante el operativo se incautaron armas de fuego y motocicletas, lo que representa un primer golpe a las estructuras responsables, aunque la comunidad y los gremios económicos continúan exigiendo medidas de seguridad más contundentes y permanentes para poder trabajar sin temor.
En resumenLa quema sistemática de vehículos comerciales en Cúcuta y sus alrededores constituye una grave crisis de seguridad y económica, impulsada por la extorsión de grupos armados. Aunque las autoridades han logrado una primera respuesta operativa, la persistencia de los ataques subraya la urgente necesidad de una estrategia de seguridad integral para proteger al sector transportador y garantizar el abastecimiento en la región.