La situación es especialmente crítica en la región del Catatumbo, afectando a miles de estudiantes y poniendo en riesgo el calendario escolar. El presidente del sindicato de maestros, ASINORT, Leonardo Sánchez, confirmó la alarmante cifra y señaló que “El Catatumbo es la zona más crítica donde se concentran las amenazas”, mencionando municipios como Tibú, El Tarra, San Calixto y Sardinata como los más afectados. Este fenómeno no solo pone en peligro la vida e integridad de los educadores, sino que también interrumpe el proceso educativo de cientos de estudiantes, quienes, a más de la mitad del año escolar, siguen esperando la asignación de nuevos profesores. El testimonio de Ángel Fernández, un docente que tuvo que huir del Catatumbo años atrás, refleja el temor constante con el que deben ejercer su profesión: “Es muy complicado ejercer la profesión en medio del conflicto; uno vive con miedo y sin garantías para trabajar tranquilo”. Esta problemática es uno de los mayores desafíos para las autoridades departamentales y los nuevos comandantes de policía, quienes han identificado la violencia en el Catatumbo como una prioridad. La crisis de los docentes amenazados es un síntoma de la profunda disputa territorial entre grupos armados como el ELN y las disidencias de las Farc, que ha generado desplazamientos masivos y un clima de violencia generalizada en la región.