La ciudad de Cúcuta y su área metropolitana enfrentan una crítica situación de orden público, marcada por una ola de homicidios, ataques a la fuerza pública y la disputa territorial entre grupos armados. Esta escalada ha llevado a las autoridades locales a declarar la alerta máxima y a desplegar una ofensiva coordinada para desarticular las estructuras criminales que operan en la región. El panorama de seguridad en la capital nortesantandereana se ha deteriorado gravemente, con más de 125 asesinatos registrados en lo que va de 2025 y su inclusión en listados internacionales de las 50 ciudades más peligrosas del mundo. Eventos recientes, como el asesinato de Víctor Julio Villamizar, jefe de rutas de una empresa de transporte, y un ataque armado contra la Policía en Villa del Rosario, evidencian la audacia de las organizaciones delincuenciales.
Ante esta crisis, el alcalde Jorge Acevedo declaró la alerta máxima, activando la estrategia “Cúcuta Territorio Seguro”. En un golpe significativo, una operación conjunta de la Policía, el Ejército y la Fiscalía resultó en la captura de 55 presuntos miembros de bandas como Los Jota, Familia P y AK-47, vinculados a por lo menos 35 homicidios y actos de terrorismo.
El alcalde afirmó: “No vamos a dar tregua al crimen.
Este es un mensaje claro a quienes insisten en afectar la paz de Cúcuta”. La complejidad de la situación se refleja también en incidentes como el ocurrido en el asentamiento Colinas del Tunal, donde vecinos denunciaron la presencia de cuerpos en descomposición que luego desaparecieron misteriosamente antes de la llegada de las autoridades, un hecho que, según líderes comunitarios, evidencia la influencia de grupos armados y un profundo vacío institucional.
En resumenCúcuta enfrenta una grave crisis de seguridad con alta criminalidad y control territorial de grupos armados. En respuesta, las autoridades han intensificado los operativos bajo la estrategia "Cúcuta Territorio Seguro", logrando capturas masivas para desmantelar bandas y restaurar el orden público.