Estas obras buscan que lo disfrutemos en mejores condiciones y que lo conservemos para las futuras generaciones”.

El monumento no solo es un punto de encuentro de fe y tradición, sino también un atractivo turístico que ofrece una de las vistas panorámicas más privilegiadas de la ciudad. La administración municipal calificó el cierre como una “inversión en la memoria y la identidad de la ciudad”, invitando a la ciudadanía a comprender la necesidad de los trabajos para la preservación del patrimonio cucuteño.