UU. por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en la vía Cúcuta-Villa del Rosario ha generado una grave controversia. El administrador del espacio publicitario denunció amenazas de muerte tras ordenar su desmonte, evidenciando la fragilidad y polarización en la zona fronteriza. El incidente, ocurrido en el intercambiador de Rumichaca, transformó un espacio publicitario local en un foco de tensión geopolítica. La lona, escrita en inglés y mostrando las recompensas millonarias ofrecidas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, fue instalada sin el consentimiento de José Alexander Sierra, administrador del predio. Al percatarse de la situación, Sierra ordenó su retiro para evitar sanciones legales, pero esta acción lo puso en el centro de una peligrosa disputa.

A través de mensajes intimidantes, fue amenazado y responsabilizado por haber permitido su divulgación inicial.

“La valla contra Maduro fue instalada sin mi autorización.

No pertenezco a ningún partido político y no tengo intereses en Venezuela ni en Colombia”, declaró Sierra, quien ahora pide garantías de seguridad a las autoridades colombianas.

El episodio escaló rápidamente en el ámbito político, con el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, acusando sin pruebas al expresidente Álvaro Uribe de estar detrás de la instalación. Este hecho subraya cómo la frontera de Cúcuta sigue siendo un territorio sensible donde las disputas internacionales se manifiestan de formas inesperadas, poniendo en riesgo a ciudadanos comunes y alimentando la narrativa de confrontación entre ambos países.