Nuevos comandantes asumen en Cúcuta y Norte de Santander en medio de crisis de seguridad

En una ceremonia conjunta, se realizó la transmisión de mando de los nuevos comandantes de la Policía Metropolitana de Cúcuta y del departamento de Norte de Santander. Los nombramientos se producen en un momento crítico de orden público, con el objetivo de reforzar la lucha contra la criminalidad en la ciudad y la región. El coronel Libardo Fabio Ojeda, trasladado desde la Policía del Tolima, asumió como nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), mientras que el coronel Jorge Andrés Bernal Granada, con 28 años de trayectoria y experiencia en la Dirección de Carabineros y la compañía de comandos jungla de Antinarcóticos, tomó el mando del Departamento de Policía de Norte de Santander (Denor). La ceremonia, realizada el 23 de agosto, contó con la presencia del subdirector general de la Policía Nacional, brigadier general Rosemberg Novoa Piñeros. La llegada del nuevo comandante de la Mecuc estuvo marcada por un incidente de seguridad, ya que el aterrizaje de su avión fue impedido temporalmente por el hallazgo de paquetes sospechosos cerca al aeropuerto Camilo Daza, lo que obligó a una detonación controlada. El coronel Ojeda enfrenta el desafío de combatir el narcotráfico, el microtráfico, las bandas delincuenciales, el secuestro y la extorsión en el área metropolitana. En sus primeras declaraciones, manifestó su intención de trabajar de cerca con la comunidad: "A mí me gusta salir a patrullar a la calle, trabajar de la mano con la ciudadanía, conocer su problemática en materia de seguridad". Por su parte, el coronel Bernal tiene el gran reto de recuperar la seguridad en la zona del Catatumbo, afectada por enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las Farc, que han causado el desplazamiento de 72.000 personas y más de 150 muertes. Bernal afirmó: "Mi gran compromiso con Norte de Santander, la seguridad de la población civil y la lucha contra cualquier grupo generador de violencia".

En resumen

La designación de los coroneles Ojeda y Bernal representa una apuesta estratégica para contener la ola de violencia en Cúcuta y la región del Catatumbo. Sus perfiles y declaraciones iniciales apuntan a un enfoque dual: proximidad ciudadana en el ámbito urbano y operaciones de alto impacto en las zonas rurales, en un contexto de alta complejidad y expectativas por parte de la población.