La directora del DAGMA, Lina Botía, fue enfática al asegurar que ningún árbol maduro será talado y que la intervención se limitará a la reubicación técnica de algunos ejemplares jóvenes. “Los árboles no se tocan y la zona verde será epicentro de una Feria Ambiental”, afirmó Botía, añadiendo que la medida es un “mensaje claro de que la Feria puede convivir con la naturaleza y fortalecerla”. La Alcaldía argumenta que la iniciativa conectará la Feria con la raíz salsera del Barrio Obrero, proyectando ingresos turísticos por $62.7 mil millones y una ocupación hotelera del 82%.

Sin embargo, la Personería de Cali ha advertido sobre el riesgo de supervivencia de los árboles trasladados, y colectivos ciudadanos recuerdan que el corredor fue recuperado tras el estallido social de 2021, exigiendo que se priorice su vocación ecológica sobre los eventos masivos.