Los opositores argumentan que se está afectando un corredor ambiental vital para la ciudad, que provee oxígeno y alberga flora y fauna local.
La controversia ha escalado con la realización de plantones y protestas en el sector, donde los manifestantes exigen a la administración de Alejandro Eder reconsiderar la medida. El descontento también se ha reflejado en el ámbito digital. Un sondeo realizado por CW+ Noticias en sus redes sociales mostró una oposición mayoritaria: en la plataforma X, el 84 % de los participantes se mostró en desacuerdo con el traslado, mientras que en Instagram el rechazo alcanzó el 90 %. Los comentarios de los ciudadanos sugieren alternativas, como reubicar la feria a otros espacios de la ciudad, como el antiguo autocine o las inmediaciones del Estadio Pascual Guerrero. Existe una percepción generalizada de que los traslados de árboles a menudo resultan en su muerte, lo que ha sido calificado por algunos como “arboricidio”. A pesar de que el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) ha manifestado su disposición a realizar el traslado sin generar efectos negativos sobre los árboles y ha habido diálogos con la comunidad, la desazón persiste entre quienes defienden la conservación del arbolado urbano.







